¿Cómo vivir los errores de manera efectiva? Conecta con la vulnerabilidad
Ahora más que nunca, es momento de ser valiente y de re-interpretar la vulerabilidad. Cuando nos hacemos vulnerables, nos permitimos ser humanos y llenarnos de coraje.
Por Renata Mangeon, Coach certifiada y ex alumna de EEC.
Muchos interpretan la vulnerabilidad como sinónimo de debilidad, algo que les genera vergüenza y que los deja "expuestos" ante los demás. Sin embargo, la vulnerabilidad se nos vuelve una gran aliada si la vemos como una herramienta para unirnos desde la imperfección y si la abrazamos desde la confianza en uno mismo y en los otros.
Dar el primer paso en dirección a la equivocación, a lo desconocido, a la incertidumbre y a lo nuevo es darse la oportunidad de conocerse más a fondo; de conocer lo bonito, lo fuerte, lo duro, lo feo y lo grande que llevamos dentro de nosotros.
Aceptar que no sabemos lo que va pasar, que tenemos miedos e inseguridades, que también nos equivocamos, que muchas veces lloramos, que algo nos quedó grande, que hemos fallado con alguien, que no estuvimos a tope en una reunión, que no hemos brindado a nuestros seres queridos nuestra atención genuina entre muchos otros es retador, pero también es la clave para evolucionar como individuos y como sociedad.
Brené Brown* dice: "La vulnerabilidad es el coraje de ser imperfecto" de entender y asumir que somos humanos y que por naturaleza no somos perfectos y cometemos errores.
"La vulnerabilidad suena a sinceridad y se siente como coraje" - ser vulnerable es ser capaz de admitir que nos hemos equivocado, que no lo sabemos todo, que no tenemos la razón, que necesitamos ayuda y cariño, que estamos asustados y que no somos hechos de acero.
En momentos de crisis lograremos trabajarla, gestionarla y superarla si nos permitimos conectar con nuestras emociones, reflexiones profundas, fortalezas y humanidad. Además, cuando somos capaces de mirar con amor y respeto nuestras oportunidades y puntos ciegos y traerlos a la consciencia, somos capaces de crecer y de asumir nuestras imperfecciones con naturalidad, tranquilidad y sabiduría.
Si interpretamos la vulnerabilidad desde otro lugar, donde ser vulnerable es ser humano, invitamos a los demás de nuestro entorno a hacerlo también y creamos una conexión mucho más genuina, legítima y sólida entre todos - aquí crece la CONFIANZA - no hay miedos alrededor de las equivocaciones ni de las dudas; la vulnerabilidad nos conecta.
Aprendemos con los errores y entendemos que los mismos hacen parte de una vida bien vivida y de una sociedad valiente y sana.
Es momento de invitar la vulnerabilidad a nuestras vidas, casas, lugares de trabajo, barrios, ciudades y países y dejar nuestros egos descansar para así vencer este gran reto juntos.
Y tú? Cómo vives la vulnerabilidad?